Un hombre estaba poniendo flores en la tumba de su mujer, cuando vio a un hombre asiático poniendo un cuenco de arroz en la tumba vecina.
El hombre de las flores se dirigió al hombre del cuenco de arroz, y le preguntó, en tono burlesco:
- Disculpe señor, ¿De verdad cree usted que el difunto Vendrá a comerse el arroz?
- Si, (respondió el hombre asiático)
cuando el suyo venga a oler sus flores..
Respetemos las opiniones, la cultura y creencias de todas las personas, es una de las mayores virtudes que un ser humano puede tener.
Las personas son diferentes, por lo tanto actúan diferente y piensan diferente.
Seamos respetuosos y tolerantes y aprendamos de TODOS
"La diversidad enriquece el alma"
Publicado por Patricia H.P
Fuente: http:// momentosdeiluminación.blogspot.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario